Impartiendo clases... con clase

En esta semana había llegado el momento de epatar a los compañeros con el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) que habíamos diseñado y, sobre todo, con la clase que habíamos preparado para ello... las musas me habían visitado una vez más y tenía claro de qué iba a ser la clase... un debate modelo Naciones Unidas (ver post).
Así pues, una vez que habíamos explicado nuestro ABP llega el momento de impartir la clase.
Me planto delante de los (pocos) compañeros que habían acudido a la sesión, les recuerdo como funciona el debate ONU, hacemos unos pocos y pequeños grupos y nos lanzamos a por la primera fase de nuestra sesión.
Una vez que había terminado esta fase, les comento que íbamos a pasar a la siguiente... comienzo a explicar... y resulta que estoy explicando ¡otra fase distinta, la tercera! ¡me había saltado la segunda fase!... menos mal que mi compañero Alonso estuvo atento y me corrigió. Una vez superado este fallo el resto de la sesión transcurrió sin incidentes, lo único que el debate quedó un poco cutre por el escaso número de participantes.

¡Me encanta que pienses lo mismo que yo!

Esta sesión me ha servido para aprender que aunque lleves una clase perfectamente preparada siempre puede surgir algún imprevisto que te deje descolocado y que tienes que tener salidas previstas. Supongo que el número de salidas y la velocidad con la que se toman irán aumentando conforme el número de clases impartidas vaya creciendo.

Aún habiendo cometido ese fallo, me he encontrado a gusto impartiendo la clase; no es la primera clase que daba y, además, hacía poco tiempo que había terminado las prácticas en el colegio. El único sinsabor ha sido el de la escasa participación ya que supongo que habrá influido en que al resto de compañeros no les haya resultado tan gratificante la sesión como yo la había previsto.

Seguiremos informando...